¿Por qué un bolso no es solo un bolso?

Desde que empecé a dar forma a VESTA, hay una idea que no deja de rondar mi cabeza, algo que se ha convertido casi en un mantra para mí: un bolso no es solo un bolso. Y aunque parezca una frase sencilla, detrás hay todo un universo de vivencias, emociones y simbolismos que he ido descubriendo con el tiempo.
Porque sí, claro que un bolso sirve para llevar cosas, para tener a mano lo esencial, para completar un look… pero también es, sin que muchas veces lo pensemos, una especie de diario en movimiento. Es el lugar donde caben tus prisas y tus pausas, tus días más caóticos y los más tranquilos. Es un pequeño refugio portátil, una extensión de ti misma que cuenta cosas sin necesidad de hablar.
Yo lo he vivido así desde siempre. Recuerdo cómo el bolso de mi madre era un misterio fascinante: un perfume que todavía puedo oler si cierro los ojos, un monedero desgastado con algún billete doblado y alguna que otra moneda, caramelos sueltos, papeles con listas de la compra escritas a mano. Era como asomarme a su mundo, como entenderla mejor.
Y ahora, desde este lado, como diseñadora y creadora, siento que tengo la responsabilidad —y también el enorme placer— de contribuir a crear esos pequeños universos personales que son los bolsos de cada una de vosotras.
Por eso en VESTA no diseñamos sin alma. No creemos en las cosas hechas en cadena, sin intención. Cada bolso que creamos empieza con una emoción, con una imagen, con una mujer en mente. Me inspiro en todas vosotras, en la mujer real, la que corre por la mañana con un café a medio tomar, la que hace malabares con su agenda, la que tiene mil ideas, mil tareas y, aún así, no deja de soñar.
Y sé que lo que llevas contigo cada día importa. Por eso nuestros bolsos no son simplemente bonitos. Están pensados para acompañarte, para ayudarte, para hacerte sentir especial incluso en los días más normales. Cuidamos cada detalle, desde la elección de las telas —que selecciono personalmente con un criterio exigente, porque solo lo mejor es suficiente— hasta la forma en que se cortan, se cosen y se empaquetan.
Trabajamos con artesanos que ponen el corazón en cada puntada. Y eso se nota. Se nota en cómo se siente al tacto, en cómo se comporta el tejido con el uso, …, como si el bolso también creciera contigo. Porque sí, los bolsos también tienen vida, historia, carácter. Y cada uno tiene el suyo.
Hay quien dice que puede conocerte por lo que llevas dentro del bolso. Y yo creo que también por el bolso en sí. ¿Te gusta lo clásico? ¿Prefieres lo atrevido? ¿Necesitas bolsos grandes para llevarlo todo o eres de las que lleva lo justo? Cada elección habla un poquito de ti. Y en VESTA queremos que esa voz se escuche fuerte y clara.
VESTA nació de mi pasión, de una necesidad casi visceral de crear algo con sentido, con belleza y con autenticidad. Pero también nació de la certeza de que las mujeres necesitamos cosas que estén a nuestra altura. No solo funcionales, no solo bonitas. Cosas con alma, con historia, con intención.
Y eso es lo que quiero que encuentres aquí. No solo bolsos, sino tus bolsos. Aquellos que te acompañen de verdad, que entiendan tus ritmos, que celebren tus días buenos y que estén ahí en los no tan buenos. Bolsos que no necesiten explicación, porque ya hablan por ti.
Así que sí, un bolso no es solo un bolso. Es una declaración. Es una herramienta. Es un pedacito de vida.
Y tú, ¿qué llevas hoy contigo?
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